El descubrimiento del libro en infantil: Primeras lecturas

El descubrimiento del libro en infantil: Primeras lecturas

En esta reseña voy a comentar y contrastar diferentes colecciones  de primeros libros en infantil que dan paso al descubrimiento de la lectura como juego a través de actividades manipulativas y sensoriales donde la exploración constituye su primer acercamiento interactuando con el texto y las imágenes. Además, comprendemos la dimensión social de la lectura, a partir de un escenario donde el lector lo es porque alguien, un adulto habitualmente, le lee y comparte el momento con él, reforzando el lazo afectivo del niño con el libro, con su contenido y con lo que plantea ese imaginario nuevo y consciente.

Todas ellas de la editorial Bruño.

Colección Mis primeras rutinas

Esta primera colección comienza por el despertar de la curiosidad ante una pregunta abierta.

Son las de:

  • Cómo dormir a tu león, 
  • mo dar de comer a tu monito,
  • Cómo bañar a tu dinosaurio o
  • Cómo enseñar a tu cocodrilo a lavarse los dientes.

En estas etapas, tan importante como los contenidos, son los formatos. Ésta en particular, viene en cartón duro y brillante y con un colorido y una ilustración cuidada y cercana al mundo infantil.

Su interior también merece una mención en cuanto que más allá de las imágenes están presentes los primeros textos, en  mayúsculas y acompañados de onomatopeyas para darle sonoridad y apoyar la lectura. Clave en estas primeras edades que la conciencia fonológica se está forjando.

Aprovecha diferentes formatos de diseño, desde el a toda página, hasta la secuencia dinámica en una página, lo que le da momentos combinados de movimiento y pausa y facilita el ritmo lector y donde se quiere poner el foco. 

No nos quedamos en lo superficial y también vemos pequeños detalles, como es el género y la diversidad que también están representados. En las dedicadas al cocodrilo y al mono su protagonista es una niña de raza negra y blanca respectivamente e igual sucede en los otros dos cuyo protagonista es un niño.

El tema principal son las rutinas y hábitos higiénicos, algo básico en esta etapa. Para ello, utiliza la personificación de diversos animales que facilitan la motivación lectora. Además, el lector se identifica con el protagonista de las historias y el animal actúa como responsabilidad del propio protagonista.

Utiliza muy bien el recurso de la lectura para cumplir su fin, reflexionar sobre el hábito y aprender. Recordemos que a estas edades el entrenamiento en hábitos y rutinas higiénicas ocupa gran parte de su tiempo tanto en casa como en la escuela porque favorecen un entorno seguro en el que vivir y socializarse. Forman parte de aprendizajes adquiridos que se perpetuarán y que es, en esta edad, donde se asientan las bases de una vida sana y saludable. Por ello, estos primeros libros infantiles utilizan como eje común esta temática, buscando complicidad en la lectura a través de la identificación del lector con la realidad y lo que le rodea.

 

Colección DK de libros con solapas

Esta colección permite interactuar directamente con cada libro y su característica principal es que se trata de libros de aprendizaje de los números, las letras y los colores.

Pero veamos el modo en que introduce estos conceptos:

  • Los números: Aprovecha el uso escenarios de animales  provocando que el lector se sumerja en el aprendizaje a partir de un contexto ilustrado para que, al levantar la solapa, identifique cada número de animales con su contexto o hábitat. De esta manera globalizada permite integrar todos los contenidos, combinando los dibujos con fotografías de animales reales. Llega seguido hasta el número diez y salta al 20 y al 50, permitiendo al lector que acompaña al niño en la lectura aprovechar para realizar comparaciones de tamaño o combinar las decenas con las unidades y permitirle expresarlo con dibujos o señalando en el propio libro en voz alta. Al finalizar el libro muestra un mapa numérico completo de todos los animales que han salido. Además,  da indicaciones para padres de cómo practicar la numeración con sus hijos con actividades cotidianas. Un recurso muy útil.
  • Igual sucede con el de las letras, en letra de imprenta y combinando español e inglés y aprovechando como juego, no solo las solapas, sino también la búsqueda de los pequeños escenarios dibujados de manera individual. En este caso sin mapa final del alfabeto.
  • En el caso de los colores,  sube también un nivel de complejidad, ya que aquí todo está basado en preguntas donde combina animales y colores y pretende la búsqueda de una solución por parte del lector. El contenido a aprender con la lectura no solo son los colores sino también los animales y sus hábitats. Termina con un mural final pintado donde se mezclan todos los animales y se sugiere al lector a participar buscando, identificando al animal y sus colores.

En los tres, las solapas juegan un importante papel, ya que todas ellas tienen características especiales en función de cada uno. Así la de números cuenta con puntuación para contar cada número, la de las letras cuenta con trazo que remarca cada una de ellas y que podría seguirse para interpretarla, y la de colores cuenta con imágenes que representan los colores y las texturas de los animales.

Dentro de esta colección, pero saliéndose de lo anterior, cuenta también con un libro de primeras rutinas, en este caso dedicada al orinal y donde las solapas se combinan con sonido (en las respuestas correctas), lo que fomenta la curiosidad y la motivación del lector por encontrar la solución. Está escrito en clave divertida, sin dramas, muy cotidiano. Como protagonistas, fotografías de niños y niñas  rodeados de elementos relacionados.

Aunque tiene muy pocas páginas es un poco pesado por la inclusión de las tarjetas de sonido.

 

 

Colección Aprende tus primeras frases

Siguiendo en la línea de las rutinas pero con una perspectiva más global y cercana a la lectura por imágenes y escenarios encontramos esta colección.

En esta se utilizan frases cortas y comunes que suceden en algo cotidiano estableciendo un diálogo entre los animales protagonistas y copando la escena a doble página. Destacan los escenarios y las ilustraciones coloridas y divertidas donde de nuevo los animales son personificados. Incluye algunas onomatopeyas, lecturas sonoras que facilitan la inmersión en el contenido.

El formato de la colección siendo en cartón cuenta con pestañas dibujadas de cada momento de la historia que permite al lector seleccionar, en concreto, una página simbolizada por una de las imágenes que aparece en el escenario y que permite, de nuevo, el descubrimiento del elemento dentro de la escena. Dado que en estas edades la motricidad no está del todo desarrollada, las pestañas favorecen la interacción con el cuento y por tanto la manipulación autónoma del mismo, siendo el lector final quien decida en qué momento se le lee algo o decidiendo imaginar la escena a partir de las imágenes. 

¡Cuento los pajaritos con los dedos!

Uno de los primeros aprendizajes en estas edades es conocer su propio cuerpo. Encontrar oportunidades dentro de la lectura que nos permita interactuar a modo de espejo con nuestro propio cuerpo al mismo tiempo que de una manera globalizada introducimos conceptos como es la numeración en este caso, es otra manera de acercar la realidad al niño.

Con esta lectura conseguiremos que conozca su mano y cómo aprovechar los dedos para contar. Para ello, el libro cuenta con una mano troquelada  como parte de su formato, que a medida que pasas páginas permite ir avanzando en la mano. 

Mientras en una cara de la página muestra siempre de manera constante la mano contadora (numerada por dedo), que ofrece la posibilidad de situar la propia mano del niño sobre ella, en la otra cara incluye un dibujo con texto del tipo de “un pajarito viaja en barco, dos…” (en mayúsculas), añadiendo una micro-historia que permita aumentar la imaginación del niño en otras direcciones.

Junto a la mano, una barra de progreso o regleta y un dado que visibilizan el aumento de la cantidad de dedos que se muestra como complemento  de apoyo al conteo.

Realizado en cartoné con tacto seda es fácilmente manipulable por el niño y actúa de juego en el conocimiento de sí mismo.

Colección Ceci y Leo

Esta colección tiene un encanto especial, sin ninguna duda, uno de los valores fuertes de la reseña de hoy.

En cartón duro y con los contrarios y las formas como contenido, nos acerca a otro tipo de interactividad más experimental.

El libro de las formas introduce las transparencias dibujadas para ir formando cada una de ellas. Y, el de los contrarios, utiliza troqueles para explicarlos. La idea es muy buena y permite al lector contrastar, comparar y analizar lo que ve y lee asociando ideas. El formato es muy atractivo, muy claro y explícito.

Introducir elementos que van más allá de la lectura, que te permiten comprender ese entorno dibujado y escrito implica otro tipo de reflexión acerca de lo que se ve, se toca y se lee o escucha.

Además, las ilustraciones son fantásticas dentro de la simplicidad. Con dos protagonistas donde, uno de ellos es el actor principal y con el que se identificará el lector, aquí la cebra, y el otro es ese «duende motivacional» en forma de camaleón que acerca la magia a la lectura. Por ello, uno es estático y el otro combina elementos artísticos de acuerdo a su condición de camaleón y a la versatilidad de sus poderes.

Simpático y considero una muy buena opción en nuestra biblioteca infantil.

 

Colección Mis primeros clásicos

Introduzco aquí esta colección, en este caso con «El libro de la selva» como protagonista, porque aprovecha también el elemento dinámico y manipulativo.

Podemos ver lengüetas y piezas móviles que permiten al lector jugar con el libro. El texto, en script, es una versión en exceso simplista de la historia original y que pasa ligeramente por el concepto de la amistad. Lo más llamativo es su colorido y el poder de interacción de sus piezas y siempre se puede considerar como un punto inicial lector, precisamente porque fomenta la curiosidad por las diferentes páginas. Las imágenes a doble página son demasiada recargadas, teniendo en cuenta que el foco se encuentra en la interacción, pero se puede aprovechar para acercar al lector a la selva y sus animales como fuente de motivación hacia esos contenidos.

 

Colección de Sibylle Delacroix

Para terminar os acerco la colección de Sibylle Delacroix donde destacó principalmente las ilustraciones y la textura de cada página, así como el humor escondido que encierra.

En este caso siendo las portadas de cartón, el interior de cada página viene plastificado como si de una veleda se tratara. Sin duda resistente y práctico, ya que es hasta cierto punto lavable. El hecho de que pasar las páginas sea agradable creo que es algo original y a tener en cuenta y seguro llamará la atención del lector.

La historia vuelve a las rutinas infantiles con la inclusión de un peluche de compañía y la rutina del orinal.

La nota humorística en el monólogo de su protagonista te despierta una sonrisa, más orientada al adulto lector que al propio niño, pero sin duda se reconocerá en su modo de actuar. 

 

Esta pequeña muestra nos puede orientar en cuanto a qué encontrar en el mercado de literatura infantil para primeros lectores. Hecho en falta mayor variedad de narrativas que se salgan de lo que deben aprender y saber y que fomenten la imaginación y la creatividad. Tanto a nivel estético como introduciendo nuevas vías de comunicación con el lector más allá de los contenidos, aprovechando los formatos como ha sido el caso de Ceci y Leo, sin duda, el mejor de esta muestra.