El Mulero

El Mulero

Øyvind Torseter (autor e ilustrador): El Mulero. Granada: Barbara Fiore Editora, 2015. Traducción del noruego de Cristina Gómez-Baggethun.

Hoy os presento un libro que no os dejará indiferentes. A priori, por su portada, con una cuidadísima edición, entendemos que se trata de un clásico pero, una primera hojeada nos muestra una historia especial por su formato, que podríamos clasificar entre cómic y álbum.

En efecto, El Mulero se basa en un cuento tradicional noruego, El troll sin corazón, de Abjørnsen y Moe. Uno de esos cuentos en los que aparecen príncipes, princesas, trolls, hechizos que romper… Hasta aquí parecería ser uno de esos cuentos de hadas a los que estamos acostumbrados. Lo especial de la historia es su personaje principal. No se trata del príncipe apuesto, guapo y elegante; del exitoso caballero, guerrero y conocido por sus hazañas. Nuestro protagonista representa al hombre humilde, con un gran corazón, que tiene la habilidad de triunfar donde los otros han fracasado anteriormente. Torseter aprovecha esta calidad del personaje y lo convierte en el héroe al que todos deberíamos admirar. Aquel que no hace uso de la violencia para resolver el conflicto, ese que no espera nada a cambio. Un héroe que usa su intelecto, su audacia y se guía por sus instintos para conseguir su propósito y, no sólo liberar a sus hermanos, sino a sí mismo.

El Mulero narra la historia del séptimo hijo de un rey, el más pequeño, que debe quedarse obligado en casa con su padre mientras sus seis hermanos mayores (los valientes y guapos de la familia) salen a la aventura, a la búsqueda de seis princesas para pedir matrimonio. Los hermanos no sólo deben buscar novias para ellos, sino que deben volver con una novia para él también. Aquí es donde nos hacemos la primera pregunta: ¿no es el Mulero lo suficientemente apuesto y valiente para encontrar por sí mismo a su princesa? (pero, continuemos). Sorprendentemente, los hermanos encuentran seis hermanas, todas ellas muy bellas, y deciden pedirles matrimonio. De vuelta a casa, y habiendo olvidado el buscar la séptima princesa para el hermano pequeño (por lo visto no le tenían mucho en cuenta…), un troll los descubre y los convierte a todos en piedra. Es el Mulero quien deberá enfrentarse al troll, encontrar su corazón y destruirlo para romper el hechizo y salvar a la prole real.

¡Aquí es cuando empieza el rock&roll! El Mulero se prepara para la aventura con una mochila repleta de cosas (un mapa, una linterna, saco de dormir, paraguas, una tostadora, pintura, una planta, un rollo de papel de WC, una caja de herramientas… vamos, el kit imprescindible del héroe), se sube a su caballo (parlanchín, nervioso y de andares extraños) y empieza el viaje que va a cambiar su vida. Deberá enfrentarse a distintas situaciones en las que conocerá a un elefante, encontrará un saxofón, conseguirá engañar a un lobo… hasta que llegará a la montaña donde se encuentra escondido el troll. Para su sorpresa, dentro de la montaña se encuentra una princesa, prisionera del troll, pero no es una princesa común. Se trata de una mujercita con gran temperamento, que participa activamente en la búsqueda del corazón del troll y que parece que no espera a ser salvada por un apuesto príncipe. Ella se muestra independiente y valora más la fuerza interior que la exterior de las personas.

Como en todo cuento tradicional, éste sigue la misma estructura, y como deben suponer, sí, el Mulero encuentra el corazón, lo destruye y libera a toda la prole (aunque la historia no termina aquí…). Lo especial de la historia es el cómo lo consigue. Por poner un ejemplo (no vamos a desvelar todas las peripecias): nuestro protagonista no usa la espada para combatir al pulpo (¿un pulpo en un relato épico?) que custodia el corazón del troll, sino que le ofrece el saxofón que ha encontrado durante su travesía. Gran idea, ¿no creen?

Con este estilo peculiar, cargado con una buena dosis de humor, con personajes poco comunes, intriga y estrategias refinadas con elecciones imposibles se desarrolla toda la historia, que se completa con unas ilustraciones asombrosas.

Hemos dicho al principio que se trata de una propuesta visual entre cómic y álbum. Sus ilustraciones de líneas simples, minimalistas sobre fondo blanco, contrastan con el uso del color, en ocasiones a toda página, adquiriendo un gran protagonismo. Esta combinación de distintas técnicas, a veces en formato viñeta; otras, sólo colores y formas; y otras, ilustraciones a toda página sin texto, sumergen al lector en lo esencial de la historia para darle sentido a todo el conjunto.    

Torseter crea un universo visual imaginario que nos lleva de viaje a una era difusa, donde la combinación de elementos mágicos con elementos actuales y los escenarios cargados con una enorme cantidad de detalles, hacen que nos paremos a mirar y remirar, leer y releer, encontrando nuevos elementos que completan, aún más si cabe, esta extraordinaria historia.

Si a todo ello le añadimos la magnífica edición de BFE, no nos queda la menor duda de que éste es uno de esos libros que cualquier amante de la LIJ querría tener en sus estanterías.