¿Dónde ha ido el abuelo?

¿Dónde ha ido el abuelo?

Alaine Agirre (autora), Maite Gurrutxaga (ilustradora): ¿Dónde ha ido el abuelo? La Topera Editorial, 2017, 40 pp.

La Topera Editorial ha decidido apostar sobre seguro con el dúo artístico compuesto por Alaine Agirre y Maite Gurrutxaga. Fueron premiadas por Martín con el Premio Lazarillo 2015 y deciden embarcarse de nuevo en la aventura de tratar temáticas no siempre sencillas y no siempre aceptadas en la literatura infantil. Bravo por ellas, primero por lanzarse a ello y segundo por hacerlo con acierto.

Para el que haya leído Martín, la mano de ambas autoras es evidente. El centro de la historia es el abuelo de Íker, ya el título nos lo vaticinaba; pero el que nos va contando todo, página a página, es el niño. Alaine vuelve a recurrir como narrador al personaje que está al lado, el que observa, el que acompaña. Íker nos va contando cómo disfrutaba con su abuelo cuando iba a buscarle a la parada del autobús de vuelta del colegio, cómo jugaban y reían juntos. También nos cuenta que el tiempo va pasando: mientras él va creciendo y le van quedando estrechos los zapatos, su abuelo parece hacerse más pequeño. Primero un bastón, luego un taca-taca, al final una silla de ruedas.

Íker va acompañando al lector por sus recuerdos de la infancia, por sus memorias con su abuelo. A cada paso de página, el tiempo avanza un poco más y el abuelo se va apagando como un buen libro que llega a su fin. Es triste, es duro, es la vida. Pero cuando el niño entiende que no volverá a ver a su abuelo, descubre a la vez que está en su mano recordarle siempre que quiera; eso no nos lo puede quitar nadie.

Las ilustraciones con colores insaturados, delicadas, ensoñadoras, acompañan con gran acierto un texto que sale de la boca de Íker. Son sus palabras, son su manera de ver y entender lo que está sucediendo, y es sin duda un acierto de la autora.

De nuevo, enhorabuena a Alaine Agirre y Maite Gurrutxaga por el trabajo en común, muy bonito.